¿Quién ayuda en casa?

Esto era una vez un niño llamado Pablo, y su padre Jacinto. Eran muy vagos. Tenían a Rosa, que era la madre de Pablo, frita. Siempre le decían:  -Rosa, tráeme una cerveza.
- Mamá, tráeme una coca cola.
Y así siempre.

Una vez, Rosa decidió irse a Ibiza para descansar, porque decían que en aquel hotel no hacías nada. Sólo tenías que pedir lo que quisieras.

Cierta vez que Pablo se fue al colegio y Jacinto al trabajo, ella se marchó. Cuando vinieron Pablo del colegio y Jacinto del trabajo, no encontraron a Rosa, y ...

¡¡¡  SI QUERÉIS SABER LO QUE PASÓ, LEÉROSLO!!!

El misterio de los huevos de oro

Érase una vez un lugar llamado Villa Cornelia. Ese lugar era apacible, era un mundo lleno de gallinas. Era muy conocido porque en verano ocurrió un suceso llamado "huevo de oro".

En Villa Cornelia vivía una señora llamada Ruth que le ocurrió algo muy extraño. Lo que le había pasado es que ella había empollado en su cesta cinco huevos durante veintiún días, ni más ni menos. Llegó la hora de eclosionar los huevos. Ese es el momento en que los pollitos rompen el huevo con su pico y salen al mundo. La señora Ruth esperaba el momento exacto, deseaba ver a sus cinco pollitos. No solo ella sino toda su familia miraba la cesta en silencio, esperando ver cómo cinco nuevos pollitos rompían el cascarón y abrían los ojos al mundo. Llegó el momento y se rompieron cuatros huevos, el quinto no llegó a romperse. Nadie sabía el porqué. Esperaron durante un buen rato mirándolo y mirándolo hasta que ya comprendieron que el pollito no saldría.

 La señora Ruth cogió el huevo y se dio cuenta de que no era igual que los otros huevos. Ese huevo pesaba más que los demás. No solo eso, sino que cuando fue Dora, la prima de la señorita Ruth, a por una toalla de bebés para los pollitos recién nacidos, encontró en el armario una nota que decía:
"Señora Ruth:
Deje el huevo en la cesta, en la habitación donde está, y no hable........"

El cuento sigue... Si queréis saber cómo acaba la nota y quién ha puesto la nota acabaros el libro. Está muy emocionante, te deja con una intriga hasta el final.

Si os ha gustado este libro, se encuentra en la biblioteca.

Nuestro compromiso para el Día de la Paz

TODOS HEMOS FIRMADO ESTE COMPROMISO.
Ahora viene la parte difícil que es cumplirlo todos los días. Por ejemplo, no hablando mal de nadie (porque a mí no me gustaría que hablaran mal de mí), o ayudar a los demás si alguien se mete con él/ella (porque a mí me gustaría que me ayudasen), o escuchando al profesor/a (porque a mí me gustaría que me escuchasen), ... Muchas cosas... que hay que demostrar día a día. Y si no, NO deberíamos habernos comprometido, que ya somos mayores.

La cenicienta

                                        La cenicienta

Érase una vez en un palacio, que vivía un hombre soltero que tenía una hija .

Él quería casarse con una mujer, para darle una madre a su hija.

Un día su padre se casó con una mujer que tenía dos hijas. Cuando el padre murió, la madrasta trataba a su hija como una sirvienta.

Todas las mañanas ella se calentaba los pies en las cenizas de la chimenea, por eso la llamaban cenicienta.

Cenicienta, cuando se levantaba, hacía su desayuno, el de su madrastra y de sus hermanastras.

Un día, cuando cogió el correo, había una invitación del reino, para un baile.

Cenicienta iba ir al baile pero la madrastra no quería que fuera. Entonces la encerró en su habitación. 


Si queréis saber si va al baile o no, leedlo. Está muy chulo.