Érase una vez un niño llamado Juan que quería un hermanito porque todos sus amigos tenían uno.
Un día Juan hizo una huelga en su casa con carteles y pintura. Como no le hacían caso decidió que lo mejor era tener un hermanito imaginario...Jugaba con él. Al poner la mesa le ponía cubiertos y platos para que comiera con él, hasta que un día la madre de Juan...
Si quieres saber lo que pasará ¡ LÉETELO ESTÁ MUY CHULO!
Bienvenidos y bienvenidas a nuestro blog de aula. En él vamos a mostrar parte de nuestros trabajos de clase, así como nuestras elaboraciones literarias. También va a servir de soporte de materiales, páginas y juegos recomendables para clase. Esperamos que os guste.
domingo, 31 de agosto de 2014
lunes, 25 de agosto de 2014
BICHOS
En época de cosecha, las hormigas recogían grano para los Hopper y su banda de
saltamontes, porque como cada año la cosecha que recogiesen era para ellos porque
estaban amenazadas. Flik, una de las hormigas, le estaba enseñando a la princesa Atta
unos de sus nuevos inventos, pero ella no le estaba prestando atención ya que estaba
pensando si iban a tener el suficiente grano para los saltamontes, ya que dentro de
poco vendrían.
De repente, oyeron el vuelo de los saltamontes, y la princesa ordenó que todas las
hormigas corrieran a refugiarse. Cuando Flik corrió para refugiarse, tropezó con la
piedra de las ofrendas, tirando todo el grano recogido al río. Los saltamontes
llegaron y vieron la piedra de las ofrendas vacía. Hopper se enfadó y cogió a la hija
de la princesa y la amenazó con que tenían que recolectar todo el grano de nuevo.
Flik, preocupado, fue a la ciudad en busca de guerreros que se enfrentasen a los
saltamontes, y encontró a un grupo de bichos que acababan de ser despedidos del circo
y el pensó que eran guerreros. Los bichos se fueron con él pensando que les iba a
contratar. Cuando llegaron a la isla de las hormigas, a Flik se le ocurrió la idea de
hacer un pájaro de hojas ya que a todos los bichos les daba miedo los pájaros. Con el
pájaro asustaron a los saltamontes y ya no volvieron por allí.
Los bichos del circo fueron de nuevo a ser contratados por su anterior jefe y se
fueron de gira tras una heroica aventura. Tras lo ocurrido, Flik y Atta se enamoraron y
todas las hormigas vivieron muy felices.
VACAS GUAPAS
Éranse una vez cinco vacas muy locas. Se reunieron para cantar en un festival de Suiza. Fueron allí en un coche. Querían formar un grupo.
La que mejor cantaba de ellas era una vaca blanca con manchas negras pero con dos manchas negras para que la gente se fijaran en ella.
¿Qué pasará? Si quieres saber lo que pasó ...
¡LÉETELO ESTÁ MUY CHULO!
La que mejor cantaba de ellas era una vaca blanca con manchas negras pero con dos manchas negras para que la gente se fijaran en ella.
¿Qué pasará? Si quieres saber lo que pasó ...
¡LÉETELO ESTÁ MUY CHULO!
LA LEYENDA DE LAS FLORES DE FUEGO
Éranse una vez cinco chicas llamadas Nicky, Colette, Violet, Paulina, Pamela que iban a las islas de Hawai para representar a la Universidad de Ratford en una competición. Alguien les avisó de que iba a entrar en erupción el volcán Mauna Loa, pero los demás no lo creían porque alguien lo provocaría, a no ser que las chicas del club de Tea lo impidieran.
¿Qué pasará?
Si quieres saber lo que pasó ¡LÉETELO ESTÁ MUY CHULO!
¿Qué pasará?
Si quieres saber lo que pasó ¡LÉETELO ESTÁ MUY CHULO!
martes, 19 de agosto de 2014
LA CASA DE LAS VENTANAS DE COLORES
Érase una vez una calle que tenía casas a un lado y a otro, donde los niños jugaban
felices. Un día al salir del colegio, Anthea se dirigía a su casa, cuando pasó por
delante de la casa de un mago. La casa tenía un llamador muy raro, con forma de cabeza
de perro, y cuando pasabas por delante de la casa te ladraba. Cuando Anthea pasaba por
delante del buzón de la casa vio que había un gato encima con un ojo verde y otro
azul. El gato le guiñó el ojo azul, y en ese momento se bajó del buzón y se metió
entre los setos de la casa del mago.
Cuando cruzó los setos no llevaba el uniforme del colegio. Llevaba un vestido dorado,
unos zapatos escarlata y unas medias verdes. Cuando se levantó tenía al mago enfrente;
el mago invitó a la niña a entrar y le explicó que si veía en alguna ventana un mundo
que le gustase podría quedarse pero salir de él.
La niña miró por todas las ventanas pero ninguna le convenció, y le preguntó al mago
que si no había más ventanas. Éste le dijo que sí, pero que era más pequeña que las
demás, y que creía que no le iba a gustar; pero se equivocó, porque ése era el mundo
que ella quería, y salió por la puerta muy contenta. El mago le dijo al gato: - ¿Cómo
es que no se ha dado cuenta de que ése es el mundo real?.
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