Se sentó sola, sin compañero. Decía que el autobús era incómodo y apestoso.
Cuando llegó al colegio entró a la clase e hizo una amiga que le dijo: -En el autobús, los niños malos le tiran a los otros niños batidos de chocolate por la cabeza cuando te montas en él.
Cuando le contaron eso a Junie B., le entró un hormigueo en la barriga y entonces llegó la hora de irse.
Junie B., tendrá que coger de nuevo el autobús pero...
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