jueves, 23 de enero de 2014

EL REY QUE SIEMPRE SE ABURRÍA

Había una vez un príncipe que quería ser un rey.
Cuando ya era rey una vez dijo: - Me aburro. Entonces le llevaron revistas y libros para que no se aburriese.

Cuando ya los había leído todos dijo de nuevo: -Me aburro.

A los pocos días de haber dicho eso, llegó el circo a la ciudad. El rey fue y después del circo dijo de nuevo: -Me aburro. Pero entonces pensó una cosa... -Si construyo un parque de atracciones no me aburriré- y mandó construirlo.
Cuando lo construyeron el rey dijo que quería ir y lo llevaron para la inauguración... Pero cuando lo inaguró le dijeron que él no podía montarse en ninguna atracción, que solo era para los pequeños y él pensó: -Pues si no me puedo montar yo, que lo cierren. Y así fue, lo cerraron. El rey dijo otra vez: -Me aburro
Y volvió a pensar: -Si no puedo montarme yo en esas atracciones para bebés pues que...¡Construyan unos para mayores! Y así fue. Construyeron un parque para mayores y por fin el rey no se aburrió más.
FIN.     

No hay comentarios:

Publicar un comentario