miércoles, 26 de noviembre de 2014

La noche de los mocos vivientes

Había una vez dos niños de los más guay llamados Jorge y Berto. Pero por desgracia tenían un director llamado el señor Carrrasquilla.

Un día Jorge y Berto estaban explicando en la clase un nuevo invento. El invento consistía en que en el water ponían unas bolsas de ketchup y cuando se sentara la gente, se llenarían todas las piernas de ketchup. Entonces, la profesora, harta de la bromas de Berto y Jorge empezó a reírse y toda la clase igual.

Había un niño llamado Gustavo Lumbreras que era el perfecto de la clase. Sacaba en todo Sobresaliente. Ese niño fue al baño y entonces le pasó la broma que habían hecho Jorge y Berto. Gustavo se enfadó mucho y se lo dijo al director. El director también se cabreó mucho.

Si queréis saber si le pone castigo o no, leéroslo. Está muy chulo e interesante

No hay comentarios:

Publicar un comentario